
La solidaridad es algo que se aprende, no es algo inherente al ser humano, pero es un aprendizaje muy fácil y sobre todo muy gratificante a lo largo de la vida. Una persona solidaria es una persona feliz, alegre y querida. La escuela trabaja por el crecimiento integral de las personas, y dentro de este crecimiento está el formar personas solidarias. El trabajar la solidaridad se puede hacer de muchas formas: charlas, vídeos, conferencias, coloquios... Y por supuesto trabajando y practicando la solidaridad.