
El programa del viaje estaba más que trazado y acordado: el sábado por la mañana visita por la ciudad con las explicaciones de nuestra guía que triunfó al pasarnos antes que nada por el Bernabeu; la comida con su arroz y filetes (¿el plato era pequeño o los filetes enormes?); hora libre para el café y autobús al teatro para asistir al musical "EL REY LEÓN", alma mater del viaje y una maravilla que nadie debería perderse.
El domingo, rápidamente al parque Warner, todos vestidos con nuestras discretas camisetas amarillo fosforito que resultaron de lo más acertado pues se nos veía de lejos y nadie "pudo" perderse, (un estupendo trabajo que agradecemos a los chicos del C.O. Arte21); comida en el parque y café con los amigos. Por último, autobús de vuelta a Almería con las consabidas películas para facilitar la siesta.
Y eso ha sido todo, un fin de semana distinto, compartido con otras familias, lleno de nuevas actividades pero sin agobios, con algo de frío pero librándonos de la lluvia que nos perseguía, con su poquito de cultura, sus muchas risas y ningún aburrimiento y, como dijo el rey león cuando todavía no lo era, "hakuna matata", ningún problema.
ALGO PARA REPETIR.... ya mismo.